viernes, 25 de septiembre de 2009

.....

Sobrevalorados, sí, pero de vez en cuando sacan una genialidad o una canción precisa para un momento en específico...

La del estribo, jefe...

Si sigo así uno de estos días voy a beberme hasta el agua bendita, aunque sepa bien que es una mentira amarga... ¿Quién se apunta?

martes, 22 de septiembre de 2009

No creo en la vía pacífica

no creo en la vía violenta
me gustaría creer en algo - pero no creo
creer es creer en Dios
lo único que yo hago
es encogerme de hombros
perdónenme la franqueza
no creo ni en la Vía Láctea

Nicanor Parra

martes, 15 de septiembre de 2009

Patrick Swayze

Si nos ponemos en una actitud de intelectual recalcitrante, que en la mayoría de los casos es una forma amable de disimular la amargura, puede ser criticable e incompresible la tristeza generada por la muerte de un actor, quien a final de cuentas no es sino un desconocido. (Curiosamente no se toma la misma actitud ante un escritor o un académico, vaya parcialidad)

He leído sólo el titular, lo que tenga que decir una agencia o un reportero no me importa, desde hace meses se sabía lo que iba a pasar, incluso él decidió no dejar los cigarrillos. He leído con tristeza el titular que anuncia que murió Patrick Swayze.

No es mi idea ofrecer una semblanza, muy a la orden del día. Baste decir que es un actor a quien recuerdo en varias películas que me gustaron cuando era menor, y particularmente una con la que crecí: The outsiders.

Quiero dejar un video del inicio de esta película, donde Swayze no es el protagonista, pero me parece que luce en uno de sus mejores momentos, como Darrell Curtis, el hermano mayor de Sodapop y Ponyboy Curtis (por lo demás dos de los mejores nombres que he visto en cine).


domingo, 13 de septiembre de 2009

Ciclotímico o bipolar

Quería comenzar este texto con una frase contundente acerca de la pobreza. Pero lo cierto es que no puedo escribir de eso porque nunca la he padecido como otros personas; al menos un plato de comida y techo he tenido siempre, cosa difícil en un mundo como este y en este país donde la clase media es la forma paternalista de llamar a los pobres, donde los pobres son llamados así por quienes sí tienen dinero para no decirles "jodidos", y donde la "pobreza extrema" se me aparece como una burla de los intelectuales para tratar de explicar algo que se aleja de toda comprensión, un término que equivaldría a un nivel más allá de la supervivencia.

Mis problemas son menores, eso me queda claro. El hecho de poder escribir aquí me lo escupe en la cara. Y resulta que a veces cuando algo me saca, así sea por un breve periodo, de mi estilo de vida no sé qué hacer y el panorama se oscurece (supongo que no soy el único).

Hoy, por ejemplo, se suponía que iría al cine para ver al menos una película del ciclo de cine japonés del cual proyectaba, a finales de agosto, ver casi la totalidad. Una serie de circunstancias han hecho que el plan se venga abajo, así que hoy, al menos hoy, quería sentarme frente a la pantalla a disfrutar Rashomon, de Akira Kurosawa, una de mis películas favoritas en toda la historia. No ha sido posible. La falta de solvencia se me ha atravesado. Algo temporal, espero, nada de qué quejarme pues, como dije, al menos tengo la oportunidad de escribir esto desde una habitación y en unas horas podré hacer mi tercera comida del día; también, de hecho, podré sentarme frente al televisor a ver la misma película en la copia que hace varios meses obtuve por medio de Iván.

Comencé a escribir con mal ánimo. Sigue estando. Antes pensaba que el placebo de la vida cotidiana vendría con nombre de mujer, en forma de sueños y en las letras de los libros por escribir. Hoy no estoy muy convencido de eso. Hoy no encuentro los comunes alicientes, los usuales asideros para seguir respirando. Hoy me canso de la vida, hoy me doy por vencido, pueden irse todos al carajo.

Sin embargo, también he reparado que mi situación no es extrema, que la situación de los seres que amo tampoco lo es, que todo podría ser peor y aun así habría modo de mirar hacia adelante.

Por la mañana me encontré de golpe con una insinuación del pasado, con una especie de cachetada para dejarme caer la realidad de mis errores, de las cosas que he dejado de hacer, por desidia o por otros.

A esta hora del día, luego de escribir los primeros párrafos, insisto en darme cuenta que no es tan grave. Y aunque esta no tanta gravedad no asegura que el espacio seguro permanezca, quiero imaginarme que así será.

Ciclotímico o bipolar, por un lado me rindo, no puedo más, pero por el otro se asoma el viejo rayo del optimismo y la esperanza que nunca he de dejar desaparecer.

sábado, 12 de septiembre de 2009

...

Hace varios años leí American Psycho. La recomendación surgió de una clase de narrativa, donde el maestro habló impresionado de las primeras muchas páginas de la novela (él dijo 70) donde prácticamente, según sus palabras, "todo era sólo un catálogo de marcas, pero no te aburría". Cuando leí la novela no estuve muy de acuerdo en una parte de la afirmación: no todo eran marcas, aunque sí, no aburre a pesar de que parece que no pasa nada hasta que vienen las primeras frases que te dejan ver la violencia que corre por la mente del protagonista.

American psycho me gustó muchísimo. Recuerdo haberla leído en días de convalecencia por una cirugía bucal desastrosa que me tuvo fuera de combate varias jornadas. Entre esa novela y algo de Bukowski se me fueron los días anestesiado. Tiempo después traté de leer algo más de Bret Easton Ellis, pero nunca me atrapó al nivel de esa maravilla. El libro se perdió, en las manos de algún amigo o conocido debe etar, pero no sé de quién. Años depués lo conseguí, aunque la portada ya no era la misma que también me había gustado.

Además de la historia hubieron otras cosas importantes a raíz de esa novela: un mayor acercamiento a la que ahora es mi banda de rock favorita (aunque ya no existe), así como a otra música de la década de los ochenta.

De Talking heads aparece un epígrafe al inicio del libro: "And as things fell apart, nobody paid much atenttion". La frase de por sí es contundente y es uno de los mejores epígrafes que he leído.

En la novela se menciona a otros músicos, Patrick Bateman (el protagonista) da una suerte de cátedras acerca de Huey Lewis and the news y Phil Collins, entre otros; incluso en la película creo que también hay una escena donde explica algo de No jacket required, de Phil Collins, mientras suena la extraordinaria "Sussudio". En días pasado adquirí ese disco luego de años de decidia y al abrir el booklet me sorprendió leer algo que me hizo reflexionar cosas demasiado existencialistas para esta entrada. Baste decir que todo, absolutamente todo, en la vida es pasajero. Esto dice el booklet acerca del CD:

The Compact Disc Digital Audio System offers the best possible sound reprofduction -on a small, convenient sound-carrier unit. The Compact Disc's remarjable performance is the result of a unique combination of digital playback with laser optics. For the best results, you should apply the same care in storing and handling the Compact Disc as with conventional records. No further cleaning will be necessary if the Compact Disc is always held by the edges and is replaced in this case directly after playing. Should the Compact Disc become soiled by fingerprints, dust or dirt, ir can be wiped (always in a straight line, from center to edge) with a clean and lint-free soft, dry cloth. No solvent or abrasive cleaner should ever be used on the disc. If you follow these suggestions, the Compact Disc will provide a lifetime of pure listening
enjoyment.

Al menos a mí me provocó cierta nostalgia y extrañeza respecto de la actualidad...

En fin, dejo un video de la canción que más me gusta de ese disco.

Hoy es un día como para ver Back to the future, The Goonies, The lost boys, o cualquier película donde aprezcan River Phoenix o Corey Feldman; para releer a Easton Ellis, y para llenarme de este sonido ochentero...