jueves, 26 de abril de 2007

Chicago

1
El auto nos había anunciado que podría fallar, pero seguimos en el camino. Habíamos sobrevivido una borrachera y desvaríos brutales, una cucaracha digna de la ciencia ficción y la consecuente intoxicación por el insecticida. Íbamos de regreso a Pachuca y el DF. Nos quedamos en medio de la nada. Se dobló el gato. Levanté el vocho sobre mi hombro y Miguel Ángel se acostó, sin darse cuenta, sobre un hormiguero. Una camioneta salió de no sé donde y Miguel fue al pueblo más cercano. Volvió, llenamos el auto de aceite y seguimos el camino. No importaba.

2
Estábamos cansados de caminar. El calor era húmedo y asfixiante. Habíamos pasado la mañana llamando al banco para ver si ya se había aceptado el depósito a la cuenta de Tona. Y casi todo el día estuvimos mojados de pies a cabeza. De noche perdimos algo de dinero en el casino. Fumábamos delicados empedernidamente. Al caminar de regreso al hostal, un oficial nos detuvo a gritos. Se veía molesto. Por un momento estuvimos a punto de ingresar a EU de forma ilegal. No fue amable.
Pero también habíamos mojado nuestro rostro con el rocío de las cataratas. Las mismas que al caer arrullaban la noche. Y aun se veían, iluminadas por luces de colores que iban cambiando cada tanto. No importaba otra cosa.

3
Era el segundo día en Buenos Aires y al cielo se le ocurrió llorar. Concha su madre!, pensamos en nuestro reducido español argentino. Tomamos el camión y descendimos antes de llegar a donde íbamos. El olor era más que nauseabundo.
Una hora más tarde le tomaba fotos a Omar con la camiseta del Cruz Azul en la tribuna de la 12. Pisamos el pasto. Antes de irnos escribimos el conocido “Viva México Cabrones!!!” en la mismísima cancha de Boca.
Al salir seguía lloviendo. Tampoco importaba.

4
Fuimos temprano a la tumba de Gardel. Al mismo tiempo llegó una viejita y Yoyo no quiso subir para tomarse una foto junto a la estatua. Antes de irnos la viejita subía a la tumba. Esperamos dos horas a que abrieran una tienda Puma. El sol no descansaba. Luego llegamos a las 4:05 y no nos permitieron tomar la visita guiada de las 4:00 a cancha de River (el más grande lejos). Llegamos a un restaurante. Nos llevaron la cerveza más fría del mundo y la bebimos casi de un trago. Eso era todo.

5
Hoy no recibí ni un buenos días. Internet no funcionó y no sé cuando pueda poner esto en el blog. El lunes le fue muy mal a un amigo. Adora la música igual que yo. Así que pensé en hacerle un disco con música que, supongo, no conoce. Pensando en las canciones que podría incluir, recordé. Llevaba meses sin escucharlo. Y en un momento escuchaba sonidos como gotas, instrumentos de cuerdas y una guitarra que emite un requinto de vida. Después, la voz tranquila de Sufjan Stevens. Cuando la escucho, resulta inevitable pensar en momentos como los que escribí. Momentos que pasé con mis hermanos, en algún espacio y tiempo precisos que permanecen en alguna parte son eternos.


Chicago, por Sufjan Stevens

I fell in love again
all things go, all things go
drove to Chicago
all things know, all things know
we sold our clothes to the state
I don't mind, I don't mind
I made a lot of mistakes
in my mind, in my mind

You came to take us.
All things go. All things go.
To re-create us.
All things grow. All things grow.
We had our mindset.
All things know. All things know.
You had to find it.
All things go. All things go.

I drove to New York
in a van with my friend.
We slept in parking lots
I don't mind, I don't mind
I was in love with the place
in my mind, in my mind
I made a lot of mistakes
in my mind, in my mind

You came to take us.
All things go. All things go.
To re-create us.
All things grow. All things grow.
We had our mindset.
All things know. All things know.
You had to find it.
All things go. All things go.

If I was crying
in the van with my friend
it was for freedom
from myself and from the land.
I made a lot of mistakes
I made a lot of mistakes
I made a lot of mistakes
I made a lot of mistakes

You came to take us.
All things go. All things go.
To re-create us.
All things grow. All things grow.
We had our mindset.
All things know. All things know.
You had to find it.
All things go. All things go.

You came to take us.
All things go. All things go.
To re-create us.
All things grow. All things grow.
We had our mindset.
(I made a lot of mistakes)
All things know. All things know.
(I made a lot of mistakes)
You had to find it.
(I made a lot of mistakes)
All things go. All things go.
(I made a lot of mistakes)

martes, 24 de abril de 2007

Rompecabezas

No sé si soy el único que constantemente piensa que hace falta una pieza en su vida. Una simple pieza. No sé cuál, ni qué pueda ser, si una persona, un objeto, una emoción, un acto.
Hace unos años, cuando iniciaba mis estudios universitarios, una mañana de camino hacia CU encontré una pieza de rompecabezas tirada en la calle. Sin meditarlo, la recogí y pensé “quizás esta es la pieza que falta en el rompecabezas de mi vida”.
Unas semanas más tarde, volví a encontrar una pieza. Mi reacción fue la misma. Después de todo, desde el día que recogí la primera, mi vida no había cambiado en absoluto. Así que quizás la nueva, era la pieza que faltaba.
Nada cambió. Bueno sí. Muchas cosas. Importantes. Conocí a la persona que me acompañó en esa parte del camino. Nació mi perro. Sí, cambió mi vida de forma radical. No de manera tan inmediata como supuse en los momentos de encontrar esas piezas de cartón que prometían tapar el hueco de mi existencia. En esos momentos pensé que era cosa de horas y mi vida sería completamente distinta. Tardó bastante tiempo más, pero finalmente llegaron los cambios, las dos piezas que me faltaban.
Hoy, una de ellas se ha ido. Y quizás es esa ausencia, la que causa ciertos eventos. No la ausencia de una persona en específico. Hablo de una ausencia todavía sin rostro, de ese alguien con quien poder pasar una tarde mirando el cielo tornar colores (en estos días a pesar de la contaminación, he podido apreciar cielos hermosos, naranjas y violetas). Y los eventos que creo causa la ausencia, son, por ejemplo, encontrar nuevamente piezas de rompecabezas en la calle.
La primera fue hace tres semanas. De nuevo, camino hacia CU. En estos días he ido para, de una vez por todas, dar punto final a lo que comencé hace casi 7 años y pasar a otras cosas de la vida. Iba hundido en algunos problemas que me han complicado la tesis, cuando, ya desacostumbrado a hacerlo, miré al suelo -de unos meses para acá prefiero mirar al cielo-, y ahí estaba, como sonriéndome, una pieza de rompecabezas. No quise levantarla. Esta vez me dije “ya no quiero resolver las grietas de mi vida con pedacitos de cartón”, y seguí caminando.
Una semana después, ya en el pesero rumbo a la Universidad, una chica abordó y se sentó del lado opuesto, unos lugares adelante del mío. Era... creo que más bien normal, ni bella ni fea, ni gorda ni flaca... lindos ojos... morena... Mexicana promedio. En un momento volvió la mirada y nuestros ojos se encontraron. Después volví a la lectura de El amor argentino de Guillermo Saccomanno... Y ahí sucedió. No sé si influenciado por la atmósfera de predestinación de la novela... o por cualquier cosa... al bajar los ojos, antes de llegar al libro, pude ver que, debajo del zapato de esa chica, había una pieza de rompecabezas.
Pensé muchas cosas. Demasiadas.
Recordé.
Después mi mente se perdió en la Nada.

jueves, 19 de abril de 2007

Raro

Escuchando una y otra vez, sin razón aparente o conciente, a Manic Street Preachers. La canción: “Your love alone is not enough”.
A veces demasiado no es suficiente. A veces uno da sin esperar nada, o quizás sólo una cosa: la promesa de un futuro al fin feliz... Pero a fin de cuentas, jajaja, vaya redundancia, todo tiene un final. En muchos casos, al menos lo que he vivido, un final poco afortunado. Un amigo siempre termina diciendo “Chale con el pesimista!!!” Pero creo que él sabe, como quienes más me conocen, que detrás de mi supuesto pesimismo hay en verdad un optimismo que raya en lo inocente. Ahora pienso en Belle & Sebastian... “Oh, I’ll settle down with some old story, about a boy who’s just like me, thought there was love in everything and everyone, you’re so naive!”.
Todo cambia. Vaya frase hecha!!! Pero cierta. Todo muta. La persona que escribe esto esta destinada a ser otra en poco tiempo. Y como todos, destinado a desaparecer.
La vida es una perra. Lo he dicho tantas veces. Como muchas personas dicen que la vida apesta. ¿Pero será cierto? Sé que es una perra. No hay duda... “When times get tough they get tough they tough they get tough” Pero la vida ¿apesta? No lo creo. Más bien creo que queda en cada quien. A fin de cuentas uno mismo es quien permite que las cosas le afecten, ya sea de manera positiva como negativa.
En este momento me hallo un poco fuera de mí. Siento que desde la pared puedo ver mi espalda y la pantalla llenándose de letras. La palabra “raro” inunda mi habitación mientras sigo escuchando “I could have seen for miles and miles, I could have made you feel alive, I could have placed us in exile, I could have shown you how too cry...”.
Raro. La palabra llegó en un e-mail. Me siento raro. Como es raro que las miradas antes compañeras ahora apenas se encuentren. Raro que un abrazo que era tan natural como abrir los ojos, ahora cueste tanto y se dé con tantas dudas. Raro no saber qué demonios se quiere y al mismo tiempo cerrar los ojos, encontrar entre tinieblas un sueño derrumbado abruptamente, y saber que sigue latiendo en alguna parte del cuerpo. Raro lo que se va y, repentinamente, vuelve a asomarse para reír en tu cara burlonamente. “Eres un imbecilazo” me dicen los sueños del pasado. Y es cierto, una parte de mí nunca los abandona, o mejor dicho los recuerda de vez en cuando.
Frase hecha: todo cambia. ¿Será ese el secreto del universo? “You stole the sun straight from my heart...”. Otra frase hecha: nada permanece. Pero no importa cuánta oscuridad haya entre las mutaciones. No importa que diga que la vida es una perra... porque aunque lo sea... no termino de creerlo... es más, me aferro a lo contrario... Aunque me queje de mi maldita suerte... amo seguir respirando... vaya, eso es lo que me mantiene vivo... y aunque a final de cuentas eso también vaya a cambiar... sigo optimista y esperanzado... No importa, porque algunos sueños se van, pero siempre nos esperan otros. Sé que en algún lugar del camino encontraré una perla...

sábado, 14 de abril de 2007

Vonnegut


10
Billy Pilgrim ha volado fuera del tiempo.
Billy se ha acostado siendo un viejo viudo y se ha despertado el día de su boda. Ha entrado por una puerta en 1955 y ha salido por ella en 1941. Ha vuelto a traspasar esa puerta y se ha encontrado en 1963. Ha visto su nacimiento y su muerte muchas veces, según dice, y viaja al azar hacia cualquier momento de su vida. Eso dice.


9
Tuve la sensación de que lo primero que leí de Kurt Vonnegut fue Matadero Cinco. Mentira. Seguramente, la memoria me jugó un traicionero, aunque comprensible salto temporal, y apenas unas horas después de recibir la noticia, de salir un poco del estado de shock, por una casualidad leí en mis propias frases el título Galápagos. En ese momento pude hallarme de nuevo recostado con mi perro a un lado, leyendo con hambre una de las historias más peculiares y espectaculares que mis ojos han registrado. En cosa de dos o tres días, ocupando cada intersticio de tiempo libre e incluso dejando para después citas y obligaciones, acabé con las 319 páginas, con ganas de seguir leyendo, imaginándome como serían mis descendientes con aletas y pensando en lo pesado que es el cerebro humano.
Curiosamente, Matadero Cinco había sido adquirido un año antes. La lectura, postergada hasta el momento preciso, ese que, ahora entiendo, siempre supe cuándo sería. Unos meses más tarde.

8
Anoche tembló. Se estremeció la tierra, aunque no todos pudieron sentirlo. Para mi no fue sorpresivo, ni se redujo a un breve espacio geográfico sino al Universo entero. Así que sería mejor decir que en la noche que unió a los días 12 y 13 de abril, una onda sacudió todo el espacio, abarcando la Tierra y llegando hasta Trafalmadore. Era una reacción esperada, si acaso anunciada. Días atrás cayó y golpeó su cabeza. El daño, irreversible, logró lo que no pudieron bombardeos, soledad y somníferos. Kurt Vonnegut falleció el 11 de abril.

7
JJ no quiere repetir frases hechas, ni hablar del vacío que deja en la literatura mundial en general, estadounidense en particular.
JJ sólo piensa en el vacío interno.
Una de las pocas velas que alumbran su corazón se ha apagado.
Aunque el resplandor de su presencia se adivina atemporal.
Uno de los últimos escritores estadounidenses que admira.
El único que, quizás de forma inocente como él sólo, esperaba o mejor dicho deseaba y soñaba conocer algún día.

6
Hace casi un año (cosa de días solamente) me asomé por la puerta que cruzó Billy Pilgrim y pude ver lo que se cernía sobre mí. Pude anticipadamente ver la destrucción, la depresión brutal, envolvente y asfixiante, la tierra yerma como resultado final. Lo que sucedió fue acaso más terrible de lo anunciado tras la puerta. Sin embargo, es, entre otras pocas cosas, gracias a Billy Pilgrim que hoy sigo respirando.
No exagero. De no haber tenido la oportunidad de abrir puertas y encontrarme por momentos aturdido bajo el sol de Aguascalientes, por momentos sentado bajo Rectoría mirándola ir y luego venir con su blusa a rayas de colores, por momentos brindando al abrigo de un hospital abandonado. Abriendo esa puerta también hubo instantes, quizás más breves y difusos, en que me hallé entrando a una librería para ver entre mis manos un libro con mi nombre, caminando por las calles de Tanger muchos años después de Burroughs, encontrando a mi Tristessa y, por supuesto, contemplando Dresde...
Sin las oportunidades de la puerta que abrió Billy Pilgrim, probablemente en este instante estaría entre vapores platicando con Vonnegut.

5
Podría ser la percepción del tiempo. La admiración por ciertos escritores reflejada en los propios textos. Quizás las historias familiares, las historias con suicidios. O la inconformidad. Lo más probable es la soledad. La depresión. Podrían ser, en general, varias coincidencias en las historias personales, parte de lo que une a JJ con Vonnegut. Sin embargo, él no conoce demasiado de la vida personal de Kurt. Si acaso algunos datos. Porque prefiere los libros. Los puentes tendidos por palabras. Por la voz del autor resonando con el timbre de la voz interior de JJ.
JJ le tiene enorme admiración por ese estilo tan peculiar que lo ubica a la vez dentro y fuera de los escritores de ciencia-ficción. Bah! JJ lo admira porque en sus libros se transpira vida y crítica. Son humanos. JJ espera algún día escribir algo mínimamente decente.

4
Luego de haber descendido hasta un pantano del infierno. Después de pasar meses tratando de no ahogarme, un día, sin advertirlo, estaba de nuevo pisando la tierra. No es fácil encontrarse en un punto donde ya no cruza ningún camino. Donde todas las veredas parecen haber sido borradas. Y empezar de nuevo. Trazar una idea. Trastabillar. Un paso cauteloso. Otro más. Y de nuevo, por instantes primero breves y luego cada vez más prolongados, corriendo y jugando.
No es que tenga una nueva oportunidad, más bien siento que me he dado una nueva oportunidad. Parto de cero y salto hacia la nada. Pero con la certeza de la puerta Pilgrim, esa que me permitió ver el futuro que quiero, para comenzar a trazar el camino desde la tierra yerma.

3
Proyecto muchas veces postergado. Después de que hace un par de semanas un correo de Miguel Ángel lo trajera desde el olvido. Sabiendo que siempre el tiempo nos alcanza, a veces nos carcome, hoy inicio este blog. Puede enrolarse en él quien así lo quiera. Será bienvenido.

2
JJ soñaba con hacerse escritor un día. JJ soñaba con vivir al lado de una Osa. JJ soñaba con muchas vidas posibles. JJ sólo soñaba. Pero JJ ya no es “JJ”. Hace un par de meses volvió a abrir una puerta y logró verse escribiendo, ya no soñando que escribía.
Hoy, sólo espera poder llegar a ese lugar que se vislumbraba lejano desde el quicio de aquella puerta. Ese otro extremo en el cual Kurt Vonnegut y Billy Pilgrim movían la cabeza en señal de aceptación. JJ espera convertirse en una célula evolucionista, que es la manera en la que Vonnegut entendía a los escritores.

1
Murió a causa de lesiones cerebrales causadas por una caída en su casa. Es triste iniciar un blog con la muerte de una de las personas que más huella han dejado en mi vida... a muchísimos niveles. Siendo “simplista” podría decir que Vonnegut ha definido en buena medida lo que soy y quiero ser. Y aunque sea triste, por lo que acabo de escribir, tampoco deja de ser consecuente que inicie de esta manera.
Vonnegut no se ha ido. Creo que él lo supo desde siempre y en este momento se encuentra sentado frente a su máquina escribiendo lo que ocurrió hace unos días, después de su caída:

Los pájaros trinaban.
Un pájaro le dijo a Billy Pilgrim: “¿Pío-pío-pi?”.