domingo, 30 de octubre de 2011

El los últimos días no he dejado de preguntarme cómo hacer para creer algo que no se cree. Es necesario para encontrar paz mental y espiritual; para que las palabras no duelan. Supongo que a final de cuentas se tratará sólamente de no esforzarse tanto, de dejar de ser, de cancelar el pensamiento un rato...

viernes, 28 de octubre de 2011

Una de las cosas que más me afectan al estar en estados de melancolía es la pérdida temporal del sentido del gusto. Recuerdo una película, o me parece recordar a un personaje que había perdido la capacidad de degustar la comida. Algo bloquea que recuerde más de la película, aunque me parece que es una que vi hace poco y por recomendación de Mariana. Hoy, mientras desayunaba, miré los gajos de la fruta que ingería y noté que apenas percibía el sabor amargo de la piel. Después, un poco de queso y carnes frías cuyo sabor adiviné por recuerdo, mas no por esfuerzo de mis papilas gustativas. Pocas veces mi estado de melancolía ha influido en el funcionamiento de mis sentidos, pero ha sido el caso, quizá, toda esta semana. Supongo que es una metáfora fisiológica, que necesito recuperar el gusto por cada día para poder disfrutar de algo que me gusta tanto como es comer. Afortunadamente quedan la memoria, la imaginación y el sentido de la vista, que aunque desgastados me pueden ayudar un poco más que cualquier otra cosa en días como estos.

jueves, 27 de octubre de 2011

Mi propensión dramática ha hecho que hoy recuerde esta canción y este video. También recordé agosto del 2007... ¿Será cierto que todo es lo mismo?...

miércoles, 26 de octubre de 2011

Hace algunos años escuché por primera vez a El Haragán y Cia., en una cinta casera que algún compañero músico le regaló a mi tío. En esa cinta corrían algunas canciones y bandas de rock urbano que no he vuelto, y me gustaría, volver a escuchar. Sé que a la mayoría de la gente no le gusta el rock urbano, y los más ufanos hasta lo critican. Sé que hay cosas deleznables en el género, pero también hay algunos cantantes y bandas, creo, con algo más que ofrecer, musical y líricamente; El Haragán forma parte de ese grupo. Podrán criticar que sea sencillo, pero no es simple, y llegar a expresar cualquier cosa con sencillez no es tan fácil como podría pensarse. Hace unos meses Iván me obsequió el disco que contiene tres de las rolas de El Haragán que me han acompañado en estos días y otros menos terribles... La primera espero escucharla pronto con Iván y una chela en la mano; la última es un grito de ayuda a mi optimismo, tan madreado últimamente...





martes, 25 de octubre de 2011

La sabiduría, creo, se halla en las cosas más simples y comunes, en lo que pasa cada día. Es lo que gente como Sabina ha sabido ver y cantar. Dejo la rolita que circula por mi mente este día.

viernes, 21 de octubre de 2011

Hoy he recordado estos versos de Sharon Olds, de un poema antes compartido aquí... Hoy, para no olvidar...

... they are kids, they are dumb, all they know is they are
innocent, they would never hurt anybody.
I want to go up to them and say Stop,
don't do it -she's the wrong woman,
he's the wrong man, you are going to do things
you cannot imagine you would ever do,
you are going to do bad things to children,
you are going to suffer in ways you never heard of,
you are going to want to die...

jueves, 20 de octubre de 2011

En el recuerdo: Una mañana con clima templado, yo estaba sentado afuera de la prepa y el sol iluminaba las páginas del libro que sostenía mientras meditaba que sí, que era cierto, que a las personas feas por fuera la gente se encarga de volverlas también feas por dentro...

Todo comenzó con historietas de distinta calidad. Cuando era niño disfrutaba leer Memín Pingüín (sí, se escribía así), La pequeña Lulú, de repente Fantomas y más adelante Barrabases (en su edición mexicana). Después me convencí de que todo comenzó con Las batallas en el desierto, con esa narrativa que me permitió conocer a mi ciudad amada como ya no pude verla y al mismo tiempo me dio la oportunidad de visualizar mi futuro como evocador de una memoria que necesita existir.

Probablemente todo comenzó antes. Quizá en las historias que me fascinaban frente al televisor, en las historias de los colores con que dibujaba, en las aventuras que tenían lugar en mi cabeza o a través de mis juguetes, en la fantasía de amigos imaginarios. O probablemente todo comenzó incluso mucho antes. No dudaría que en mis genes, además de la propensión a ser depresivo, se incluyera un apartado de letras e imágenes.

Tiempo después algo se transformó, y en los siguientes años al día de hoy han sido pocas las lecturas y escrituras en comparación con lo que proyectaba mi ingenuidad. Sin embargo, hoy me quiero recordar como aquel muchacho ingenuo pero no inocente que leyó a su autor favorito afuera del lugar que, para bien o para mal, definiría su caminar por los siguientes años. Hoy quiero reiniciar (no retomar) mi camino de lecturas y escrituras. Intento recomenzar, llegar a la misma meta, pero por un camino y con un ánimo distintos a estos que sólo me han traído en espiral, con el desperdicio de circunstancias más favorables y amables que las que se me presentan ahora. Planes hay varios, y un poco más de esa voluntad que me ha faltado.  Dejar constancia de los hechos para no olvidar será imprescindible, y espero contar con las voces de los amigos que en varios momentos me han acompañado.

martes, 18 de octubre de 2011

Mi ánimo recorre altos y bajos y sólo necesita un espacio-tiempo de reposo. Hablo de mi ánimo, pero obviamente me refiero a mí. Por momentos estoy molesto, más bien enojado, furioso, pero me repito que la cosa laboral no debería afectarme tanto. Coincide una mala temporada en el trabajo con una buena temporada en otros ámbitos de realización, probablemente más importantes. Al menos así lo dejan ver los últimos días, porque esto, espero, en esos otros ámbitos, es apenas el inicio de una temporada. Si lo veo fríamente, la cosa laboral no ha sido sino confirmar aspectos que presentía, algunos que ya conocía. No es tan malo, quizá al revés. Lo cierto es que no volveré a dar el beneficio de la duda a hijos de puta.

Ayer, por fin, tuve en mis manos y comencé a leer Daytripper, de Fabio Moon y Gabriel Bá. Mi amigo, quien lo consiguió y lo trajo desde NY, tuvo a mal usar la novela como soporte para escribir su correo (¿A quién?, ¿Por qué? Ya podré imaginar una historia, aunque seguramente la razón será simple) y la hermosa portada tiene surcos en un costado. Por alguna razón, lo que antes hubiera sido grave anoche no importó demasiado. Había comenzado a leer cuando lo noté, y seguí leyendo. Hubo un poco de proyección en algunas frases y una suerte de llanto, contenido a tiempo aunque sin mucha convicción...

En fin, fui a dormir. Soñé con una mudanza. Algunos amigos me ayudaban a sacar las cosas. Los espacios por vaciar eran enormes: un simple clóset podía medir cerca de 10 metros de altura. Una atmósfera de premura rodeaba los actos que ocurrían en mi sueño. ¿A dónde me mudaba? Creo que a ninguna parte. ¿A dónde iban a parar las cosas? No lo sé, el apuro era simplemente sacarlas, deshacerme de ellas, con la solidaridad y la ayuda de algunas personas. El apremio era dejar la casa vacía. ¿Cuál era el motivo detrás de esa necesidad, de ese apuro?...

Como dije al inicio, mi ánimo (usando la palabra en sus varias acepciones) vaga entre sentimientos y ambientes diversos, podría decir que opuestos, pero me parece más correcto decir encontrados. Ya veremos cómo sucede el día...

lunes, 17 de octubre de 2011

Hoy se me hace evidente que los padres siempre están con nosotros, de cualquier manera. Puede ser en señas de carácter, en gustos, en fobias, en anhelos o metas incumplidas.
Hoy quiero más tiempo, aunque no sepa bien cómo usarlo. No quiero el tiempo perdido, porque sin él no estaría donde estoy (que después de todo no es tan mal lugar). Quizá sólo quiero tiempo para estar...

jueves, 13 de octubre de 2011

He dedicado la mañana a escuchar a Chet Baker. Ahora he puesto a Elvis Costello. En unas horas pienso hacerme de un libro de Onetti (lectura postergada desde años más amables, quizá más amables). Es un día, un jueves no cobarde, para hablar de la melancolía y de la derrota. Sin apologías, porque desde hace varios años las apologías en este mundo son meras muestras de autocomplacencia barata.





miércoles, 12 de octubre de 2011

Hay días, como hoy, que no logro tranquilizar mi cabeza ni mis emociones. Unas y otras se juntan, se separan, se pelean y permanecen en el mismo lugar que soy yo. Apenas hace unos meses encontraba cierto solaz en la contemplación de un posible futuro. Hoy no es igual. Mi pareja y yo no estamos bien. Vamos mejor que en ciertas semanas, peor que en otras. Algo sucede. No sé si sepamos qué. Pero es cierto que algo no está bien y ese algo nos afecta. Sin embargo, basta releer algo que haya escrito, recordar su memoria de cierto tiempo que no pasé con ella pero que ha compartido conmigo, para constatar que de la niña de fotos y anécdotas se formó la mujer con la quiero estar. La quiero completa (malhumorada, achacosa, hipocondríaca, juzgona, descalificadora. Tierna, amable, perseverante, amorosa, sonriente, soñadora). En medio de mis pensamientos recordé la canción que comparto abajo y confirmó mis pensamientos (los claros y los borrosos). Por unos instantes perdí las dudas y los supuestos. Sin embargo, algunas frases calaron rotundas y, aunque la incertidumbre continúe, al final me imagino haber quedado con una sonrisa y más tranquilo...

martes, 11 de octubre de 2011

Hace poco me preguntaba aquí dónde quedaron ciertas afirmaciones que solía hacerme, dónde fueron a parar los principios que, bien o mal, han dado como resultado lo que soy. Algunas de las personas que mejor me han conocido me han dicho que suelo ser muy exigente conmigo. Es verdad, no me perdono errores y fallas, aunque los tenga a montones y comprenda que son parte de la naturaleza humana. No es sencillo voltear a los últimos años y darse cuenta de ciertos errores cometidos, como dejar el trabajo ideal en función de ciertos aspectos de mi vida diaria que, en otra forma, igual he perdido. Hace unos días pensaba en un par de personas cuando escuché esta canción. Afirmaba mentalmente que bastaría que abrieran sus oídos a un mensaje tan sencillo pero verdadero, para mejorar nuestra relación y para que fueran más felices, en general, en la vida. Hoy creo que me regalo la canción a mí. Me parece más importante encontrar armonía con el espejo. Además, siempre he creído en lo que dice la letra, y quizá sea tiempo de adoptarla como mantra, a la manera que ha sucedido con otras melodías antes. Una memoria para acudir a la esperanza.

viernes, 7 de octubre de 2011

Aquí iba una entrada que al final decidí no compartir en este espacio. En su lugar y representación dejo sólo la memoria de algún tiempo un poco más feliz...



jueves, 6 de octubre de 2011

A veces un artista no necesita ser nuestro predilecto para dejarnos algo permanente. Hay muchas bandas que se hallan en mi soundtrack de vida por una sola canción. Un caso particular es RHCP, cuya música en general no me gusta, pero de quienes hay varias rolitas muy significativas, que relaciono con algunos hechos y omisiones de mi vida... Quizá alguna relación sea críptica y sólo yo la entienda porque a final de cuentas es mi cerebro, pero aquí y las comparto... He recordado mucho estas canciones durante los días pasados...

Una brecha... para bien o para mal...



Un saco de sueños...



Permanent... So far...