sábado, 7 de junio de 2008

Nostalgia de Troya

Hace poco más de un mes tomé la difícil decisión de postergar la licenciatura en Letras Clásicas. Por esos días mi cabeza no funcionaba muy bien y buscando en la biblioteca un libro de alguna autora mexicana, me confundí y me dejé llevar por el título de una novela: Nostalgia de Troya. La confusión fue más bien producto de la carga emocional que llevaba ese día, pues hasta después de solicitar el préstamo reparé en que no era la autora que buscaba.
La novela es un interesante experimento de Luisa Josefina Hernández, cuyo centro es un personaje, René, al cual conocemos a lo largo de seis capítulos. Sin embargo, ese conocimiento no es lineal. El personaje se presenta por medio de otras voces, en distintos espacios temporales y geográficos. Cada narrador nos da la imagen e idea que tiene del personaje principal que es René, tipo que viaja, que no ancla nunca, que busca y persigue y en ocasiones se engaña.
No resulta complicado entender el buen uso de distintas voces por parte de la autora, una de las más reconocidas del teatro en México en el siglo XX. La narración es fluida y ágil y logra contextualizar bien las diferentes épocas de los capítulos, ya sea con las preocupaciones sociales, los pensamientos de cierto sector de la sociedad, incluso las búsquedas de los personajes son claro reflejo del tiempo en que se desarrolla cada capítulo.
Hubo algunas partes de la novela que me gustaron, algunas de las cuales comparto en este espacio (la mayoría son frases en la voz de René, con quien hubo ciertas empatías):

"Vivir es, al fin y al cabo, el arte de pasar los días."

"La felicidad es un punto de vista, una manera de juzgar los sucesos."

"(...) pienso en el hombre y lo odio. Lo odio cuando no comprende y no actúa, cuando aprovecha para sacar ventaja, cuando no entiende y dice que es feliz. Un mexicano no tiene derecho a ser feliz, tenga lo que tenga y haya hecho lo que haya hecho, las dichas de los sobrevivientes son oscuras y sus triunfos no cuentan."

"Por dentro, aunque por fuera no lo parezca, carezco de tiempo."

"No siento ni he sentido la paz en muchos años, ni siquiera puedo describirla o imaginármela como un estado de ánimo accesible, pero algo me la trae cuando digo que tal vez, a lo largo del tiempo, es posible conservar algo, así sea una moneda apretada en la mano."

Luisa Josefina Hernández, Nostalgia de Troya, México, Siglo XXI, 1970, 200 págs.

2 comentarios:

Dynamic Travel dijo...

Muy buen libro! Yo lo leí de igual forma por que lo encontré de la nada y me pareció excelente!

JJ dijo...

Creo que así sucede con algunas de las mejores lecturas que podemos hacer en nuestras vidas. En mi caso me han sucedido cosas similares con otros grandes libros, con los que me encuentro sin haberlo planeado.
¡Saludos!