miércoles, 9 de mayo de 2012

De bate e inspiración

La noche del domingo pasado sintonicé el debate de los candidatos a la presidencia de México. Me resultaba muy divertido mirar el show, pero decidí ver algo más y puse Moneyball en el DVD. La película está basada en personas y hechos reales, y da cuenta de la labor de Billy Beane como gerente general de los Atléticos de Oakland, específicamente durante la temporada 2002, en la que alcanzaron un récord de 20 victorias consecutivas (algo nada sencillo en la MLB).

Podrá haber quien cuestione mi preferencia de ver una película estadounidense en lugar del debate entre los supuestos candidatos a gobernar el país en donde vivo. Será que la democracia mexicana no me la creo o que desde hace más de seis años he creído saber quién ha sido elegido como próximo presidente, pero sí, prefiero ver una película y en este caso la elección no pudo ser mejor para contrastar con la falsedad de la política en México.

Mientras en el debate los candidatos me provocaron risa de lástima, en la película hallé inspiración. Soy aficionado a casi todos los deportes y el béisbol es de mis predilectos. Además, los Atléticos de Oakland, aunque no son mi equipo (¡Vivan los Twins!), siempre han tenido un lugar especial en mi memoria pues no fueron pocos los partidos que durante mi infancia disfruté con emoción al ver a José Canseco tomar el bat.

Por otra parte, también soy aficionado al cine y no suelo discriminar por prejuicios respecto de temáticas o países de origen. Considero que si hay algo que saben hacer en Estados Unidos es escribir, y entre esos textos las estructuras de las películas suelen ser impecables. De ahí que Moneyball ganará mi interés.

Ya mencioné la anécdota principal. Queda agregar que la película toca el tema de sabermetrics, que explicado sin mayor pulimento es una forma de análisis del béisbol basado sobre todo en un número muy elevado de estadísticas. El tema resultaba necesario y me parece que la película acierta en mostrar algunas de las reacciones y controversias que desde hace muchos años han surgido alrededor de este método de análisis, pues, como en todo, hay quienes están a favor y quienes están en contra.

Finalmente, destaco el personaje de Billy Beane, interpretado por Brad Pitt, pues me parece un buen ejemplo de lo que es tener congruencia en la vida y eso siempre inspira y alegra al ver una película y al desprender las hojas del calendario. La razón de este argumento se halla en casi toda la película, pero se hace evidente en los últimos cinco o diez minutos. No diré más, espero que alguien se anime a verla y ya me dirá si coincide con lo que digo o no.

Hoy se sigue hablando del debate, no tanto de lo que dijeron los candidatos (¿por qué casi nunca se presta atención a lo que se calla?) sino de la chica que apareció unos cuantos segundos para robarse el show a fuerza de mostrar un poco la carne. Esa es la democracia de acá. Pero no puedo opinar demasiado de algo que no terminé de ver.

Por mi parte sigo pensando en Moneyball, en lo mucho que me gustan el cine y los deportes, en que quizá mirar esa película es lo que me ha hecho llegar en safe hasta este día, luego de un desastroso fin de semana y de la misma basura laboral de todas las semanas. Inspiración, reitero, algo que jamás hubiera encontrado en lo que miraba antes de encender el DVD.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta película es una de mis favoritas. La congruencia es una virtud que asoma tan poco entre los seres humanos que al aparecer al final de la película se compara con un milagro. Me gustó mucho la técnica para elegir jugadores: no importa que sea feo o lance chueco, si se "embasa" (creo que así va el término) está en nuestro equipo. Un abrazote.

Iván *El Gato Azulgrana. dijo...

Mira nada más, esta película la compré hace meses piratona, pero la mierda laboral me ha quitado las ganas o el tiempo de sentarme a verla. Incluso se ha perdido entre el mont´n de películas que compro inocentemente pensando que me sentaré el fín de semana a disfrutarlas.