lunes, 7 de mayo de 2012

En octubre del año pasado escribí aquí una entrada acerca retomar mi vieja idea sobre lo que quisiera hacer en mi vida: escribir. Apenas unas horas después nuevamente mi debilidad emocional lo echó por la borda y desde entonces suspendí la lectura de Daytripper, la novela gráfica que más emoción me causó el año pasado. Suspendí otras lecturas y he seguido haciéndolo. Lo que vino en los dos meses restantes del año fue alimentar mi necio optimismo. Hoy ya estoy en el quinto mes del año y a pesar de las intenciones no había resuelto escribir nada aquí. Sin embargo, los eventos se suceden y los ciclos se abren y cierran en esa eterna espiral que es la vida. Sigo seguro e inseguro, nunca satisfecho, siempre dudando. Un puñado de palabras me arde en la garganta, pero habrán de hallar su salida por los dedos. Hoy como muchas veces me siento fuera de mí. He acumuludo en mi cabeza los rostros evocados de todas aquellas personas que me han hecho algún daño con saña o por descuido, grande o pequeño, pero que de cualquier manera ha trascendido de alguna forma en mí. Creo que cada vez confío menos en mis habilidades y veo más lejana la vida que en mi imaginación se prefigura tranquila o al menos sin dolor. Y entonces vuelven esos rostros burlones a reiterarme que yo no estoy del lado de los ganadores, como ellos. Y las opciones son alimentar el rencor y proyectar alguna estúpida idea de venganza, casi siempre en un plato demasiado frío y que cada día encuentro más carente de sentido. Sin embargo, hoy asomó una especie de variante. Hace unos días, en una película o en cualquier lugar (no recuerdo el dato con certeza) escuché o leí que la mejor venganza contra cualquier persona es tener una buena vida. Hoy lo rememoré y quedé nuevamente en total acuerdo. Además pensé que vivir bien es en realidad la única revancha que la existencia deja a nuestro alcance; mientras no lo hagamos, los demás nos seguirán ganando.

5 comentarios:

Danicelita dijo...

que bonito look le pusiste al blog :D, saludos

Anónimo dijo...

Ganemos, amigo. Cuando te han arrebatado todo de las manos, la decisión es más fácil: el destino se vuelve una carcajada acallable. Te lo dice un tesista de tiempo completo en la derrota. Un abrazote.

JJ dijo...

Gracias, Dani, acá estamos de vuelta, espero te agrade lo que vaya publicando.
Abrazos!!! :D

Iván *El Gato Azulgrana. dijo...

Mi querido Pepe, es un placer leer este espacio, gracias por retomarlo.

Definir la felicidad y la buena vida no es cosa sencilla, intervienen factores como los traumas de cada uno. Creo que este tema dá para platicarlo por horas con algún buen brebaje.

JJ dijo...

Ganemos, Rog, aunque esos hijos de puta vengan por nosotros, ¡ganemos!

Iván, hay que poner fecha y lugar. Puede ser donde vivo, porque al paso que vas no me visitarás hasta que haya mudado. Abrazo.