lunes, 20 de diciembre de 2010

El mariachi

La primera vez que El mariachi debí tener 14 años y seguramente fue uno de esos días en que inventaba cualquier enfermedad para faltar a la escuela (aunque en ocasiones bastaba comentarlo con mi madre, quien solía solapar mi desidia). En esas ocasiones la agenda era sencilla: escuchar música a todo volumen, comer y ver películas en cinemax. Fue así que un día llegué a El mariachi, película que salía del común de lo que había visto, que me parecía extraña pero fascinante, ya que una vez que llegaba a ella, corriera el minuto que corriera, no podía hacer más que continuar hasta que finalizara. Ayer, gracias a la programación de vh1 pude verla de nuevo y compartirla con Mariana, que no la conocía. Con mis ojos de 30 años volví a apreciar lo que encantó a mis ojos de 14 y disfruté verla, así como disfruto ahora imaginar a mi yo de ayer y a mi yo de 14 en paralelo, descubriendo y redescubriendo una de las películas que marcarían mi gusto en cuanto a cine se refiere. En la escena estoy yo tirado sobre la cama comiendo queso fundido en horno de microondas y pasó a estar sentado en la sala de Mariana, arrellanado sobre el sillón, para después tomar un vaso de leche con chocolate helada y continuar con algunos comentarios hacia mi novia... Y en ambos tiempos se destapan emociones y mi incapacidad para verbalizarlas eficientemente. Por ello, no queda sino compartir una canción de la película, una canción realmente buena, en una de tantas escenas memorables. Creo que a pesar de los años no he dejado de ser, simplemente han habido pocos cambios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

felicidades por tu comentario,realmente esta pelicula es un icono de la capacidad de imaginacion,por toda su historia,esta pelicula es un exito de mexico para el estranjero.