Escuchando una y otra vez, sin razón aparente o conciente, a Manic Street Preachers. La canción: “Your love alone is not enough”.
A veces demasiado no es suficiente. A veces uno da sin esperar nada, o quizás sólo una cosa: la promesa de un futuro al fin feliz... Pero a fin de cuentas, jajaja, vaya redundancia, todo tiene un final. En muchos casos, al menos lo que he vivido, un final poco afortunado. Un amigo siempre termina diciendo “Chale con el pesimista!!!” Pero creo que él sabe, como quienes más me conocen, que detrás de mi supuesto pesimismo hay en verdad un optimismo que raya en lo inocente. Ahora pienso en Belle & Sebastian... “Oh, I’ll settle down with some old story, about a boy who’s just like me, thought there was love in everything and everyone, you’re so naive!”.
Todo cambia. Vaya frase hecha!!! Pero cierta. Todo muta. La persona que escribe esto esta destinada a ser otra en poco tiempo. Y como todos, destinado a desaparecer.
La vida es una perra. Lo he dicho tantas veces. Como muchas personas dicen que la vida apesta. ¿Pero será cierto? Sé que es una perra. No hay duda... “When times get tough they get tough they tough they get tough” Pero la vida ¿apesta? No lo creo. Más bien creo que queda en cada quien. A fin de cuentas uno mismo es quien permite que las cosas le afecten, ya sea de manera positiva como negativa.
En este momento me hallo un poco fuera de mí. Siento que desde la pared puedo ver mi espalda y la pantalla llenándose de letras. La palabra “raro” inunda mi habitación mientras sigo escuchando “I could have seen for miles and miles, I could have made you feel alive, I could have placed us in exile, I could have shown you how too cry...”.
Raro. La palabra llegó en un e-mail. Me siento raro. Como es raro que las miradas antes compañeras ahora apenas se encuentren. Raro que un abrazo que era tan natural como abrir los ojos, ahora cueste tanto y se dé con tantas dudas. Raro no saber qué demonios se quiere y al mismo tiempo cerrar los ojos, encontrar entre tinieblas un sueño derrumbado abruptamente, y saber que sigue latiendo en alguna parte del cuerpo. Raro lo que se va y, repentinamente, vuelve a asomarse para reír en tu cara burlonamente. “Eres un imbecilazo” me dicen los sueños del pasado. Y es cierto, una parte de mí nunca los abandona, o mejor dicho los recuerda de vez en cuando.
Frase hecha: todo cambia. ¿Será ese el secreto del universo? “You stole the sun straight from my heart...”. Otra frase hecha: nada permanece. Pero no importa cuánta oscuridad haya entre las mutaciones. No importa que diga que la vida es una perra... porque aunque lo sea... no termino de creerlo... es más, me aferro a lo contrario... Aunque me queje de mi maldita suerte... amo seguir respirando... vaya, eso es lo que me mantiene vivo... y aunque a final de cuentas eso también vaya a cambiar... sigo optimista y esperanzado... No importa, porque algunos sueños se van, pero siempre nos esperan otros. Sé que en algún lugar del camino encontraré una perla...
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