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¡Oh, Universidad! Escucha con que ardor,
entonan hoy tus hijos, este himno en tu honor.
Al darte la victoria, honramos tus laureles,
conservando tu historia, que es toda tradición.
Unidos venceremos y el triunfo alcanzaremos,
luchando con tesón, por ti Universidad.
Universitarios, icemos siempre airosos,
el pendón victorioso, de la Universidad.
por su azul y oro lucharemos sin cesar,
cubriendo así de gloria, tu nombre inmortal.
¡¡¡México, Pumas, Universidad!!!
Es extraño, con la Universidad me ocurre algo muy similar a lo que me pasa con mi país: no la amo, pero daría la vida por algunos lugares y cierta gente que ha formado parte de su historia y, por supuesto y sobretodo, de mi historia. Después de 12 años de estar vinculado de alguna manera con la UNAM, debo decir que muchos de los mejores momentos (y de los peores, claro) de mi vida, han ocurrido en algún sitio de la Universidad.
Ayer fui a ver ganar al equipo de Fútbol Americano. Éramos visitantes, pero en algún momento el aire llevó a mis oídos el Himno universitario, una de las pocas cosas que logran erizarme la piel cada vez. Creo que no puedo encontrar mejor momento para transcribirlo, que una victoria de los Pumas sobre las Águilas Blancas. Volviendo un poco así a la tradición de la cual surgió este himno.
¡Oh, Universidad! Escucha con que ardor,
entonan hoy tus hijos, este himno en tu honor.
Al darte la victoria, honramos tus laureles,
conservando tu historia, que es toda tradición.
Unidos venceremos y el triunfo alcanzaremos,
luchando con tesón, por ti Universidad.
Universitarios, icemos siempre airosos,
el pendón victorioso, de la Universidad.
por su azul y oro lucharemos sin cesar,
cubriendo así de gloria, tu nombre inmortal.
¡¡¡México, Pumas, Universidad!!!
Es extraño, con la Universidad me ocurre algo muy similar a lo que me pasa con mi país: no la amo, pero daría la vida por algunos lugares y cierta gente que ha formado parte de su historia y, por supuesto y sobretodo, de mi historia. Después de 12 años de estar vinculado de alguna manera con la UNAM, debo decir que muchos de los mejores momentos (y de los peores, claro) de mi vida, han ocurrido en algún sitio de la Universidad.
Ayer fui a ver ganar al equipo de Fútbol Americano. Éramos visitantes, pero en algún momento el aire llevó a mis oídos el Himno universitario, una de las pocas cosas que logran erizarme la piel cada vez. Creo que no puedo encontrar mejor momento para transcribirlo, que una victoria de los Pumas sobre las Águilas Blancas. Volviendo un poco así a la tradición de la cual surgió este himno.
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