viernes, 1 de febrero de 2008

He descuidado un tanto este blog. El estado de ánimo de enero fue terrible. De arriba a abajo constantemente. Creo que más que el humor han sido una serie de circunstancias que no puedo controlar. La mierda está en toda la vida, lo sé, es sólo que ahora me siento un tanto más abrumado. Las necesidades que parecen no ser cubiertas y al mismo tiempo, cada vez más apremiantes. La búsqueda infructífera de empleo, donde siempre hay algo que falta: estar titulado, experiencia, disponibilidad de horario...
Porque si bien el año pasado escribí que sólo quería conseguir trabajo para ahorrar y en unos años hundirme en el mediterráneo, una condición para lograrlo era continuar estudiando a los clásicos... En fin, hay cosas que parecen llegar a destiempo, pero quizás es a ellas que pienso aferrarme como nunca lo he hecho en toda mi recochina vida. Porque a final de cuentas siempre he tenido que dejar algo o alguien...

Soy una veta de situaciones y sentimientos incompletos.

Y la verdad no hay algo en lo que pueda basarme par suponer que esta vez no será así, solamente este sentimiento de ya basta y el estar un poco más convencido que de costumbre acerca de qué quiero hacer.... y que además la única otra opción viable sería algo en lo que hoy no quiero pensar...
Hay cosas que me hacen feliz, relacionadas a mi familia, amigos (que es lo mismo), mi linda novia y, por supuesto, mi perro. Y es extraño porque a veces de alguna forma siento que también me llevan en la dirección opuesta a la que supuestamente quiero dirigirme, salvo lo que tiene que ver con mi perro Corso (llamado así por el poeta beatnik Gregory Corso). De todos ellos he querido escribir este mes. Sin embargo, por una u otra causa no lo he hecho. El ánimo no me ha dado...
No sé cómo han transcurrido los días... pero hoy ya rebasan treinta de desastre general. El panorama no pinta muy bien... y por supuesto no es esperanzador. No obstante, creo que algo bueno saldrá... Y ya no quiero dejar este blog ni seguir postergando las cosas que quiero escribir, ni las que quiero leer...
No sé cómo se ha ido ya un mes... y no escribí mucho... ni logré solucionar los problemas más apremiantes... ni hice nada de lo que quería hacer...
No sé a dónde se fue el tiempo...
Lo único bueno ha sido reafirmar lo que quiero, darme cuenta de las cosas a las que puedo renunciar (que es casi todo) y a las que no... y nuevamente estar tocando fondo y salir a respirar porque aun no quiero morir ni darme por vencido. Al menos una cosa quiero que me salga tal y como la he planeado... una sola entre los cientos o miles de cosas que he querido e intentado en casi 29 años... (ja!, otra vez me está dando el síndrome del envejecimiento prematuro... ya hablaré de eso... –esta vez sí lo cumpliré-). Bueno, en casi 28 años.
Ahora recuerdo a The Smiths y la voz de Morrissey diciendo “Please please please let me let me let me let me get what I want this time”. Pero esa canción no va del todo con esto ni con la manera en que hoy me siento ni con mis sueños que todavía apenas percibo como sombras, tras la neblina...
Sin embargo, aun puedo escucharla y evocar. Repetirla de vez en cuando y en privado, aunque nunca tanto como la última vez que quise algo que al final se fue, literalmente, volando... Entonces será repetirla para exorcizar el miedo de que el mismo pinche final se repita nuevamente... Ya veremos...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

así es, 30 días de mierda que sumados a los de los años pasados hacen una gran montaña de mierda que seguramente se vería desde cualquier punto de esta ciudad.

Anónimo dijo...

veo que tu blog se a vuelto una carrera sin cuartel ni gloria para ver cual de tus hermanitos te pone algo en tus comentarios que te suba las ganas o hasta para reirnos un poco y compartir lo que nos pasa en esta vida por lo pronto lo seguire haciendo ya sea por aca o en persona que es como mejor me se expresar , mientras solo dire ANIMO¡¡¡ ECHALE HUEVOS QUE LO BUENO SIEMPRE CUESTA¡¡¡ y si quieres ayuda para subir la montaña de mierda aqui estamos para cuando digas.al rato te hablo y nos echamos un cafe (con eso de que ya no vas a chupar).

JJ dijo...

No sé por qué como que todos se han enfocado en la mierda de la vida, siendo que en lo que escribí sólo aparece esa palabra una vez... eso es lo que logran los comentarios, que por supuesto está chido que sigan estando... de eso se trata... y sí, se agradece mucho, mucho el tener los amigos que tengo, como los que suelen escribir aquí, logrando con algo tan simple como unas líneas, darme ánimo para seguir escribiendo, reiterando una vez más que aunque en esta vida estamos solos, esa soledad es de alguna forma acompañada...