sábado, 10 de octubre de 2009

Odio casi tanto como amo

Hace unos momentos pensaba en Mariana y vino una frase a mi mente que de nuevo he olvidado. La oración anterior es correcta: he olvidado la frase y he olvidado mi mente. Pensaba, eso sí lo recuerdo, en lo que se nos muere, en que es normal y que lo malo sobreviene cuando dejan de nacer cosas nuevas... ¿En qué momento estamos?
También me di una vuelta por varias personas, y casi no logro encoontrar a gente que me importe o al menos me interese. Ni siquiera puedo decir como Kerouac que sólo me importan los locos, porque al pensar en la gente que quiero o procuro no consigo encontrar razgos similares entre ellos. No demasiados.
Odio, odio mucho, demasiado, casi tanto como amo, pero no sé bien qué o a quién odio... O acaso trato de ocultar que el qué es mi vida y el quién yo mismo... No lo sé, sólo me queda la frase: odio casi tanto como amo. Y está bien, no pretendo cambiarlo, no por ahora.
Sigo empeñado en hacerme lo que racionalmente podría llamar daño, pero emotiva y creativamente llamo bien... Sigo en la disposición de alejarme, no huir, únicamente recluirme. No quiero saber nada de mucha gente que conozco o he conocido o hemos coincidido. Solo algunas personas, ellos saben quiénes son. Lo siento, pero mi capacidad de tolerancia (me incordia esta palabra, pero sirve) es cada vez menor.
Quiero vivir sólo con lo esencial, en sentido material y espiritual. De ahí que me quede con los recuerdos, con ciertas palabras, con algunos olvidos, unas cuantas personas, dos o tres sueños, muchas preguntas y demasiadas fantasías.
Al llegar aquí reflexiono y critico, ¿de verdad odio casi tanto como amo?
Sigo considerándome un optimista empedernido, aunque la mayor parte del tiempo parezca lo contrario.
Dejo una canción que hace unos días me pasó un amigo. Una melodía que me ha acompañado, que sonó en mi memoria, que vivía en mí de algún tiempo anterior a manera de olvido, y hoy se aclara como un recuerdo más que visible, a pesar de estar cubierto de neblina.



1 comentario:

Iván *El Gato Azulgrana. dijo...

Un abrazo a los dos.
Que bueno que un amigo te pasó esa cancioncita, seguramente estará contento de habértela hecho llegar.