jueves, 29 de octubre de 2009

A propósito de algo que escribí hace unos días aquí, transcribo partes del hexagrama 29 del I Ching: K'an: Lo abismal (el agua).

Mediante la repetición del peligro uno se acostumbra a él. El agua da el ejemplo de una conducta correcta en tales circunstancias. Fluye más y más y llena todos los lugares por los cuales fluye, no retrocede ante ningún sitio peligroso, nada le hace perder su naturaleza. En todas las condiciones permanece verdadera a sí misma. De la misma manera, si uno es sincero al ser confrontado ante las dificultades, el corazón puede penetrar el significado de la situación. Una vez que hemos obtenido dominio interior de un problema, será natural que tenga éxito la acción que hagamos.

El agua llega a su meta fluyendo continuamente. Llena cualquier depresión sobre la cual fluye. El hombre superior sigue este ejemplo; él se ocupa de que la bondad debe establecerse como atributo del carácter, más que como una circunstancia accidental y aislada.

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