martes, 18 de octubre de 2011

Mi ánimo recorre altos y bajos y sólo necesita un espacio-tiempo de reposo. Hablo de mi ánimo, pero obviamente me refiero a mí. Por momentos estoy molesto, más bien enojado, furioso, pero me repito que la cosa laboral no debería afectarme tanto. Coincide una mala temporada en el trabajo con una buena temporada en otros ámbitos de realización, probablemente más importantes. Al menos así lo dejan ver los últimos días, porque esto, espero, en esos otros ámbitos, es apenas el inicio de una temporada. Si lo veo fríamente, la cosa laboral no ha sido sino confirmar aspectos que presentía, algunos que ya conocía. No es tan malo, quizá al revés. Lo cierto es que no volveré a dar el beneficio de la duda a hijos de puta.

Ayer, por fin, tuve en mis manos y comencé a leer Daytripper, de Fabio Moon y Gabriel Bá. Mi amigo, quien lo consiguió y lo trajo desde NY, tuvo a mal usar la novela como soporte para escribir su correo (¿A quién?, ¿Por qué? Ya podré imaginar una historia, aunque seguramente la razón será simple) y la hermosa portada tiene surcos en un costado. Por alguna razón, lo que antes hubiera sido grave anoche no importó demasiado. Había comenzado a leer cuando lo noté, y seguí leyendo. Hubo un poco de proyección en algunas frases y una suerte de llanto, contenido a tiempo aunque sin mucha convicción...

En fin, fui a dormir. Soñé con una mudanza. Algunos amigos me ayudaban a sacar las cosas. Los espacios por vaciar eran enormes: un simple clóset podía medir cerca de 10 metros de altura. Una atmósfera de premura rodeaba los actos que ocurrían en mi sueño. ¿A dónde me mudaba? Creo que a ninguna parte. ¿A dónde iban a parar las cosas? No lo sé, el apuro era simplemente sacarlas, deshacerme de ellas, con la solidaridad y la ayuda de algunas personas. El apremio era dejar la casa vacía. ¿Cuál era el motivo detrás de esa necesidad, de ese apuro?...

Como dije al inicio, mi ánimo (usando la palabra en sus varias acepciones) vaga entre sentimientos y ambientes diversos, podría decir que opuestos, pero me parece más correcto decir encontrados. Ya veremos cómo sucede el día...

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