jueves, 29 de septiembre de 2011

Regreso del cine. Acabo de ver una película cuyo soundtrack me gustó mucho. Me siento extraño. Comienzo un proceso de recuperación, y eso siempre cambia el estado de ánimo. Me siento feliz a ratos, pero lo bueno es que esa felicidad nace de mí, no de algo externo. Me siento triste por algunos aspectos de relación con otras personas, pero sólo un poco. No hay angustia ni ansia ni desesperanza ni nostalgia. Tampoco hay euforia ni entusiasmo ni esperanza ni expectativa por el futuro. Pero hay un poco todo lo anterior. Es un estado de ánimo extraño. Comparto la canción con la que cerró la película y me quedo con una sonrisa antes de dormir... ELO siempre consigue generar una sonrisa en mi cara.

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